Navidad interior, ilumina tu Esencia
En este post hablaremos sobre la navidad y las emociones que se despiertan en nuestro interior. Sobre estas fechas, las personas experimentan una serie de emociones divergentes que van a depender de sus experiencias recientes, relaciones familiares o los obstáculos que están transitando en la actualidad.
Calles iluminadas, escaparates de comercios decorados, mercados temáticos, villancicos en la radio, anuncios de juguetes o preparación de comidas típicas, son algunos de los elementos que nos indican que la Navidad está cada vez más cerca.
Navidad, tiempo de Luz y Renacimiento. Tiempo de iluminar nuestro ser interno, y darnos la oportunidad de renacer a lo nuevo.
El año que termina fue como una especie de examen largo y fructífero para bien lo veamos o no todo son experiencias y aprendizajes.
Cada mes, cada lunación, cada movimiento de los planetas que estuvieron casi todos retrógrados, fueron una conjunción que nos obligó a ir a lo más profundo.
Y cada vez que descendemos a lo profundo, removemos nuestras estructuras.
Arrancamos, movemos, soltamos, abrimos, recordamos, reformulamos, soñamos, realizamos, lloramos, nos reímos, elegimos y en la navidad ocurre de manera más profunda.
En navidad, es cuando más se espera que cumplamos con….
Nos volvemos malabaristas de asistentes a despedidas, idénticas a las de todos los años.
Organizamos encuentros, eventos, y comenzamos con el tema de dónde pasar las fiestas de navidad.
Si partió alguien a quien amamos mucho, sea de este plano o de nuestra vida, la navidad y sus fiestas se vuelven un catalizador.
¿Estoy pasando con quiénes quiero o con quiénes me obligo a estar porque es lo que se espera de mí?.(ver enlace tragamos ? fiestas navideñas.
La vida es una acumulación de instantes preciosos.
Demasiado efímeros como para dejar ir minutos en hacer o estar en lugares o situaciones donde no nos sentimos bien. Quizás una manera de renacer sea escucharte, y decirte qué quieres hacer realmente en esas fechas. Cómo elegís vivirlas. Junto a quiénes.
Y no descartes una soledad grata que te permita conectar contigo mismo y celebrar lo que tu alma sienta y como tu ánimo quiera.
Navidad…,tiempo de preguntarte cuando el corazón te tironee el alma…¿Para qué? Y tal vez, con mucha luz y renacidas digamos “Para mí.
Porque lo merezco. Y si me siento merecedor, puedo dar lo mejor de mí, sin frustración, tristeza, ni enojo.”
Desde la psicología de las emociones, la felicidad es entendida como un estado de ánimo que depende de la actitud interior de las personas, y no de los otros que les rodean o de las normas sociales.
Pensar que hay que vivir la Navidad desde una posición de alegría es rígido porque cada persona tiene su momento vital y debe ser respetado. ver enlace ¿ y si no estoy feliz en navidad? (blues de navidad)
En la infancia solemos vivir, según el contexto o la sociedad, las fiestas como algo mágico, bonito y muy excitante. Cuando nos hacemos mayores, la pérdida de personas queridas, las separaciones o distanciamientos, el estar lejos de la familia, los problemas económicos, son algunos de los motivos que pueden hacer que, en estos días de compartir, dar y recibir, se exacerben las emociones negativas con respecto al resto del año.
En estos casos, lo mejor que podemos hacer es:
• Identificar cómo nos sentimos (alegres, tristes, melancólicos, iracundos, etc.)
• Comprender nuestro estado de ánimo, es decir, encontrar el motivo que nos hace sentir así.
• Regular nuestras emociones, intentando adaptarnos a cada situación, sin que esto implique, camuflar nuestro estado de ánimo.
Este año tiene que ver con “¿Para qué hago lo que hago?”
Siendo que solemos preguntarnos los ¿por qué? de todo, elijo girar el sentido de la pregunta y replantear el “para qué.”
Y luego, pero no menos importante “¿para quién?”.
Son dos preguntas sencillas.
Al contestarlas, desde el corazón, quizás encontremos que tenemos unas fechas muy especiales,
La navidad para replantear nuestro ser interno y creamos nuestra propia navidad interna .
No se trata de que las pruebas sigan, sino de qué manera las observamos y comprendemos para evolucionar , y avanzar hacia nosotras mismos. Las verdaderas.
Las auténticas. Las que somos y no las que quieren que seamos. Nuestra propia Navidad interna
Echar Luz sobre los temas que nos duelen, que nos persiguen y no se terminan de solucionar, para verlos con claridad. Renacer a una nueva manera de mirar las situaciones.
Lo de afuera no cambia. Cambiamos nosotros.
Por tanto, de cara a las fiestas se plantean algunas sugerencias:
• Respetar las emociones y sentimientos de cada persona. Son individuales y muchas veces, circunstanciales. El presionar a que los demás se sientan de una u otra manera, acaba generando que se aparten y rechacen cada vez más las fiestas navideñas.(ver enlace tragamos ? fiestas navideñas.
• No emitir juicios, pues cada persona vive sus emociones y situaciones de acuerdo a sus valores y creencias.
• Promover el ser auténticos y asertivos, expresando lo que pensamos y sentimos sin herir a los demás o descalificar sus opiniones, de esta forma se evitan conflictos y se promueve la unión familiar.
• Relativizar, es decir, no darle a estos días más importancia de la que realmente tiene para cada persona. No se necesita de Navidad para reunirse con los seres queridos, tener un detalle con una persona estimada o solucionar un conflicto pendiente.
Por último, darse la oportunidad de tener una actitud distinta para que esta Navidad sea diferente y observar qué pasa. Después de todo,
“la mitad de la belleza depende del paisaje; y la otra mitad de quien lo mira”.
Felicites fiestas y que cada uno elija la navidad interna que le haga feliz , desde su corazón, con su propia luz y con su forma de moverse y actuar por el mundo.
Activa tu navidad interior.
Felices fiestas desde cuidado emocional !!!